La recuperación del sector de locales comerciales se evidencia tras el impacto de la pandemia de COVID-19. En Barcelona, los precios en los barrios periféricos están experimentando una recuperación más rápida en comparación con el centro de la ciudad, que, aunque sigue siendo el área más costosa, enfrenta mayores dificultades para remontar, según los últimos datos proporcionados por los agentes de la propiedad inmobiliaria (API).
Según las estadísticas más recientes, El Gòtic, El Raval, La Barceloneta y La Dreta de l’Eixample ocupan los primeros lugares en términos de alquileres más altos en 2022, manteniendo la misma posición que el año anterior cuando los precios comenzaron a normalizarse después de las alteraciones del mercado en 2020. En contraste, los mayores incrementos en el último año se registran en Diagonal Mar i el Front Marítim del Poblenou, La Vila Olímpica, La Trinitat Vella y El Coll, barrios periféricos de Barcelona.
La pandemia afectó principalmente a la actividad comercial en los barrios más céntricos, con numerosos negocios cerrando y una ocupación de locales que disminuyó incluso hasta el 60% o el 50% en algunas áreas. Un ejemplo destacado del impacto de la pandemia es la calle Ferran en El Gòtic, que pasó de tener casi el 100% de ocupación en 2019 a convertirse repentinamente en un desierto comercial.
A pesar de todo, la ocupación total de locales en Barcelona actualmente se sitúa en el 75%, frente al 79% previo a la llegada de la COVID-19, lo que representa una brecha de cuatro puntos porcentuales.
Anna Puigdevall, directora general de la Associació d’Agents Immobiliaris de Catalunya (AIC), explica que el año 2020 fue especialmente complicado, con ajustes significativos debido a acuerdos entre propietarios e inquilinos, generando distorsiones en los precios. La normalización comenzó en 2021 y continúa en 2022. Puigdevall sugiere que el aumento de los alquileres en los barrios periféricos puede atribuirse a la preferencia por realizar actividades cerca del hogar debido a la pandemia, aunque señala que la incertidumbre económica actual podría frenar esta tendencia.
A lo largo de la pandemia, a excepción de los dos meses de confinamiento, se ha observado un considerable número de aperturas de negocios, lo que ha compensado en gran medida los cierres. Además, la rotación de operadores ha sido mayor de lo esperado durante la crisis, cuando se temía una parálisis en el sector.
Un factor adicional que impulsa la recuperación en las áreas periféricas es la reconversión de locales comerciales en espacios para otras actividades económicas, como centros de distribución o puntos de recogida de productos comprados por internet. El aumento del comercio electrónico se destaca como otro elemento clave de la pandemia, demandando espacios cercanos a las zonas residenciales.